¿Por qué?

Hoy ha sido uno de esos días en los que sin hacer nada en especial te sientes realizado y feliz contigo mismo. Momentos en los que te sientes contento, el estómago esta nervioso anunciando tu felicidad y sin darte cuenta en tu cara hay una sonrisa dibujada de oreja a oreja. Como no, las personas nos damos el privilegio de romper la magia y preguntar: ¿Por qué estoy alegre? Estoy seguro de que a más de uno os ha pasado. Es por ello por lo que merece la pena aprovechar esos días y dedicarlos para ti mismo.
Todavía yacía en la cama, destapado, en Málaga el otoño no se tona, cuando un mosquito me retaba una batalla. En efecto, ellos siempre ganan por eso decidí levantarme a pesar de que el reloj marcaba las 8 de la mañana. El café, como siempre, esperaba fiel a mis labios de domingo, secos y agrios. El tiempo vaticinaba lluvia, pero esa no era razón para no darme una vuelta en coche. Málaga dormía, los adolesecentes se enfrentaban a la resaca del sábado y los mayores se estiraban y susurraban : "un poquito más, que hoy no tengo que ir a trabajar". Las calles estaban vacías y el tráfico paralizado. Como era mi día, sabía que nada podía salir mal y así fue. Llegué sano y salvo a casa, sin dar frenazos y sin hacer locuras por la carretera. Hoy era mi domingo, por eso decidí entragar mi cuerpo, muy a mi pesar pues no tenía ganas, pero hay que cuidarse; a una tabla en las que endureder eso que todos conocemos como abdominales. Luego una buena ducha en las que quitarse las legañas que todavía esperaban perezosas en mis ojos y por último hacer el tonto lo que más me divierte. He aquí prueba de ello:


Por otra parte, creo que los próximos post serán de fotografía, moda o estilismos. [i]¿Quién sabe?[/i]